El director de Cáritas Diocesana de Canarias, analizó este viernes en el programa ‘De la noche al día’ de Canarias Radio, la situación de las familias en Canarias y el impacto de la inflación en sus necesidades básicas. Además, Marrero reconoció que el aumento de los precios también está condicionando la respuesta de la organización a los más vulnerables y las familias en riesgo de exclusión social
“La inflación está afectando a todos los sectores en Canarias y en el resto de España. El último informe sobre condiciones de vida en España de 2021 tiene un dato revelador: y es que solo el 6% de las familias reconocen que no han tenido que hacer reajustes por la crisis y la inflación. Lo cual quiere decir que el 94% de las familias han tenido que hacer modificaciones por el aumento de los costes de vida. Esto repercute al 100% de las personas que atendemos en Cáritas Diocesana de Canarias porque tiene efecto en la cesta de la compra y también a las ayudas de la institución”.
Para ilustrar las dificultades que están encontrando las personas atendidas y Cáritas para dar respuestas a sus demandas, Marrero usó el ejemplo de las tarjetas de alimentos: “Nosotros teníamos una tarjeta de alimentos básica de 50 euros semanal y con ella las personas que la recibían compraban carne, pescado y otros productos no perecederos. Ahora para comprar lo mismo, se necesitan 69 euros«, detalló el director de Cáritas Diocesana de Canarias.
Sobre si las medidas tomadas por parte de las administraciones públicas son suficientes para amortiguar la difícil coyuntura actual de las familias canarias, Marrero fue contundente al afirmar que solo son puntuales e insuficientes. “Las personas en situación de pobreza y vulnerabilidad son pobres en todo: no tienen recursos, ni acceso a la educación, a la cultura, tienen pocas posibilidades de acceder a la comunicación con las administraciones de forma telemática, no usan habitualmente el transporte público y las ayudas no les llega o no son suficientes. Los 200 euros que reciben de una vez suponen una ayuda puntual. Las ayudas facilitan puntualmente la mejora de las familias, pero hace falta una política global en Canarias porque la pobreza en el archipiélago es estructural y cada año aumenta”.
La situación no solo hace aumentar la demanda de las personas que recurren a Cáritas, sino que también, insistió Marrero, los recursos de la organización están más limitados por el aumento de los costes.
“Hay un dato que refleja el impacto de la crisis. Hemos pasado de atender a 23.000 personas en 2019 a 53.000 en 2021, lo que supone más del doble de las personas entre las dos Cáritas canarias. Además, pensábamos que el número iba a descender con el fin de la crisis sanitaria, pero según los datos que estamos manejando del pasado año y que aún están por cerrar, esta población en situación de vulnerabilidad sigue aumentando o su situación se agrava”.
Afirma Marrero que el empeoramiento económico y social en Canarias no ha sido igual para todas las clases o sectores de la población, siendo las clases más populares las que han pagado las consecuencias de la concatenación de crisis.
Nadie estaba preparado para el impacto de la inflación a ningún nivel. Pero no ha sido igual en todos los sectores sociales, porque, por ejemplo, el bancario ha incrementado drásticamente sus beneficios. Las clases medias, populares y vulnerables están pagando el impacto de esta enorme crisis. La administración pública ha puesto soluciones puntuales, pero no llegan a cubrir lo que se necesita para seguir prestando los mismos servicios que se necesitaban en 2021”, aseveró el director de Cáritas, que apuntó un nuevo perfil de inmigración en las islas.
“Hay un repunte nuevo de personas migrantes de Venezuela, Cuba y Colombia. Ahora hablamos de familias migrantes enteras que vienen de Venezuela y Cuba buscando alguna ascendencia en Canarias en el sur de Tenerife o Gran Canaria y en Las Palmas de Gran Canaria”, manifestó Gonzalo Marrero en la radio autonómica canaria.
Última actualización: 13 de febrero de 2023