Reflexiones de D. José Domínguez Pérez, Delegado Episcopal de Cáritas Diocesana de Canarias, tras las Jornadas organizadas por la Comisión de Migraciones de la Conferencia Episcopal Española.
Los refugiados son devueltos al infierno de nuestras guerras e injusticias interminables.
Nadie tiene competencias, ni agallas.
Las atenciones de emergencia sólo pueden tener respuestas (parches) en sus territorios, bajo el miedo, la guerra, el odio, la injusticia crónica.
Las competencias en estos lugares son del Manmon, del «Dios, mi beneficio». El poder impuesto e intocable está asumido por una élite.
La legalidad internacional se interpreta tímidamente y la comedia de zonas de emergencias, campamentos de atenciones pre-primarias, autorizaciones mínimas divulgadas a bombo y platillo, filmadas por todos los buitres de “los medios”, al acecho de crónicas-espectáculo, imágenes trágicas que venden sensacionalismos….
Nadie puede hacer nada, ni el Papa con el ridículo regalo de una docena de refugiados con toda la documentación en regla, chupando cámara bajo la utilización de gestos solidarios… Admirables, pero no imitables.
Esta triste historia se hace visible en los «países libres», con la sarcástica e incoherente intención de entretener y hacer creer que se hace lo imposible. Son otros los culpables.
En otros lugares de este planeta, muchos pueblos son machacados por las mismas razones, pero permanecen invisibles y, lo que es peor, se convierten en paraísos camuflados para privilegiados, para estafar acogiendo recursos fraudulentos de divisas encubiertas en negros negocios, comercios degradantes de trata de personas, tráfico de drogas, industria de armas y todo lo que favorezca a una élite intocable y privilegiada.
Vergüenza de un planeta llamado a limpiarse de tanta lacra y empezar de nuevo.
Estas son algunas de las exageradas sensaciones que me dejaba Cristina Gortázar Rotaeche, profesora de Derecho de Inmigración y Asilo en la Universidad Pontificia Comillas, con su contundente ponencia “Las migraciones y el Defensor del Pueblo”. La profesora, muy cercana a la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, llegó a afirmar que gracias a que se están aplicando los acuerdos de la II Guerra Mundial, no se están adoptando nuevos acuerdos que puedan resultar mucho más desfavorables para los refugiados de hoy. En lugar de aplicar el viejo axioma jurídico de ampliar las cosas favorables, los que ostentan el poder no se complican la vida.
La ponencia “La misericordia en el Islam y las migraciones”, a cargo del Presidente de la Unión de Comunidades Islámicas en España, el Sr. Riay Tatari, fue un signo por su trayectoria personal, su categoría moral y su fidelidad a las auténticas tradiciones religiosas perfectamente conciliables con nuestra visión cristiana.
D. Ciriaco Benavente, Presidente de la Comisión Episcopal de Migraciones se preguntaba “¿Hemos hecho cuanto podíamos? ¿Trabajar por la paz en los países en guerra?¿Acompañar a los que huyen?¿Ver a Jesucristo en ese espejo?
Salir del cenáculo al encuentro con otras nacionalidades es el camino de Pentecostés y no hemos de contentarnos con atenciones materiales.
Estrella Merchán, Secretaria Técnica de la Comisión de Migraciones y miembro puntal del equipo, dio algunas razones para el optimismo: experiencias llenas de calor evangélico, apoyo, cercanía y ternura. No sólo palabras. Pequeños gestos humanitarios a un lado y otro de las fronteras: trabajo en red; acogidas de expulsiones masivas; amantes de Jesús; comunidades de San Egidio; las Cáritas del lugar; cooperantes; Médicos Sin Fronteras; vigilias de oración; migrantes con derechos; el derecho a no emigrar…
Llamadas a la creatividad subsidiaria de tanta injusticia revestida de legalidad.
Sebastián Mora, Secretario General de Cáritas Española, nos propuso una hipótesis y tres itinerarios. Este monstruo de la comunicación, con su tono evangélico, sin ruidos y sin romper la caña cascada, pone el acento en el futuro, sabiendo que estamos en un tiempo de tránsito:
“Hablemos menos de las periferias y estemos más en las periferias. No domestiquemos las periferias. Ya está bien de ser lavadoras centrifugando, dando muchas vueltas y con el centro hueco, vacío.»
Faltan fundamentaciones, raíces, entrañas, alianza, amor gratuito, desvelar lo que está sucediendo. ¿Lavadoras centrifugando? No, “Párate. Si no te paras, no andas” (Papa Francisco).
Experiencias positivas, corredores humanitarios, atención a madres en el parto y postparto… Todas estas experiencias narradas con detalles y desde la sensibilidad, son pequeños gestos en sitios pequeños, capaces de sugerir cómo el mundo puede cambiar.
Las jornadas se completaron proponiendo herramientas concretas para trabajar aspectos de la migración: en el campo de la educación y sensibilización; en el campo de las campañas de hospitalidad; en la acogida y acompañamiento con los inmigrantes subsaharianos.
Y una invitación final del Delegado de Migraciones de Cádiz, D. Gabriel Delgado, que ofreció la organización de una peregrinación en la frontera sur del 10 al 14 de octubre de este año. Toda una puerta jubilar de indulgencias de misericordia.
José Domínguez Pérez, Delegado Episcopal de Cáritas Diocesana de Canarias
Última actualización: 1 de diciembre de 2020