Este año el Proyecto Esperanza celebra su 25 aniversario y para festejarlo, casi un centenar de personas se dieron cita ayer domingo 15 de mayo en el Valle de Agaete. Personas que han pasado por la comunidad terapéutica, familiares, voluntarios y trabajadores del proyecto, compartieron un día de encuentro y celebración.
El Proyecto Esperanza trabaja desde hace 25 años en la acogida, apoyo y la rehabilitación de personas que presentan problemáticas de adicción (principalmente al alcohol) y con sus familias, piezas fundamentales en cualquier proceso de recuperación.
La Casa se encuentra en mitad del Valle de Agaete, un entorno natural en el que se disfruta de una tranquilidad extraordinaria y que propicia el trabajo terapéutico. Allí residen unas 24 personas que, como parte de su proceso de recuperación, se ocupan de mantener la casa en buenas condiciones y dar vida al huerto y el invernadero con el que cuentan.
Morales fue uno de los residentes de la Casa Esperanza. Natural de Tenerife, pasó por la comunidad terapéutica hace unos 13 años y viene a visitar con regularidad a aquellas personas que tanto le han ayudado. «Fue una experiencia dura, pero gracias al apoyo de la gente de Esperanza salí adelante. Estaré eternamente agradecido».
Tras una emotiva Eucaristía, a cargo de José Domínguez (delegado episcopal de Cáritas Diocesana de Canarias), se organizó una comida para todos los asistentes al evento.
Muchas felicidades a todas las personas que han formado y forman parte de este Proyecto a lo largo de estos 25 años. Sembrando esperanza se construye futuro.
