Cáritas manifiesta rechazo e indignación ante el trato inhumano recibido por las personas inmigrantes que arribaron el pasdo 6 de noviembre a la playa de Maspalomas en el sur de Gran Canaria, procedentes del continente africano. Es inaceptable que les hayan obligado a estar más de seis horas bajo el sol, sin recibir ningún tipo de auxilio (agua, alimentos, atención sanitaria), tras una larga y peligrosa travesía; además del traslado irrespetuoso e inapropiado.
La actuación llevada a cabo por el personal policial y sanitario con las personas migrantes, bajo sospecha de portar el virus del Ébola, es una evidencia más de la dejadez y abandono de las funciones de las autoridades e instituciones, que están obligadas por los tratados internacionales y nuestro marco jurídico, a prestar auxilio en condiciones dignas a los migrantes que lleguen a nuestras costas y a respetar y garantizar en sus actuaciones la no discriminación por raza, lugar de procedencia, etcétera.
Nuestro pueblo canario, desde su identidad migrante, ha demostrado a lo largo de los últimos años una sensibilidad, comprensión, solidaridad, compromiso y humanidad notoria hacia la realidad migratoria, inclusive en momentos más difíciles.
Desde Cáritas Diocesana de Canarias entendemos que la dignidad del ser humano ha de ser uno de los puntos transversales de los protocolos sanitarios establecidos para este tipo de situaciones y reclamamos el mismo trato digno para todas las personas.
Cáritas denuncia ésta y cuantas otras actuaciones que podrían suponer vejación o vulneración de los derechos humanos de las personas y cualquier otra medida que atente contra su dignidad humana,. Y solicita que se depuren responsabilidades para evitar que se repita este espectáculo bochornoso e indignante.
Última actualización: 10 de noviembre de 2014