«No se debe dar por caridad lo que se debe dar por justicia. Hoy estamos tan inmersos en la acción asistencial urgente que corremos el riesgo de perder la terapia curativa para quedarnos en una terapia paleativa. La caridad no se puede practicar sin defender la justicia». Esta fue una de las advertencias que el delegado episcopal de Cáritas España, Vicente Altaba, dejó a las y los asistentes a las Jornadas Institucionales de Cáritas Diocesana de Canarias que se están celebrando en el Centro Pastoral Diocesano, en Tafira, entre los días 14 y 16 de junio. Durante su conferencia, titulada: «La fe se hace verdad en el ejecicio de la caridad», Altaba aseveró que «el amor no es un mandamiento sino la respuesta a una experiencia de fe».
Tal y como anunció desde el principio, la intervención pretendía mostrar el vínculo irrompible entre la fe y la caridad, pues «la fe es la respuesta al amor» y la caridad «verifica la verdad de la fe». En este sentido dijo que «la fe, para ser verdadera, acogida y respuesta a Dios, necesita del amor, como la caridad necesita de la fe para ser una imagen del amor de Dios».
Altaba resaltó que «la fe nace de la experiencia de haber encontrado el amor y conocer a un Dios que es amor». Por tanto, indicó, «creer es estar enamorado de Dios y tener fe es tener experiencia del amor gratuito y apasionado de Dios», y citó al Papa Francisco al decir que «saber que Dios nos ama es fe».
Explicó también que «la caridad es una consecuencia de haber conocido el amor de Dios en Jesucristo», y añadió: «Hemos creído por que hemos tenido una experiencia de amor. Si quieres ser un verdadero testigo de la caridad hay que responder a una pregunta: ¿Tengo yo alguna experiencia del amor apasionado y gratuito de Cristo?».
Antes de entrar en una disertación más amplia sobre la caridad, el delegado de Cáritas España, quiso remarcar que «la fe no es una adhesión a verdades, sino un encuentro en las entrañas de Dios».
Este encuentro nos debe llevar a «dar la vida», pues la fe actúa por la caridad, y cita como ejemplo el mismo testimonio de Cristo, los mártires, el testimonio de los consagrados, de quienes trabajan por la justicia, o las primitivas comunidades, en donde «el mismo Pablo le pide a los cristianos que sobresalgan en la caridad y que demuestren así la sinceridad de su amor».
En este punto recordó que «es una trampa sutil» intentar separar caridad de justicia. «Por fe», afirmó, «se promueven acciones por la justicia, acciones que son transformadoras de la sociedad».
Recordó que «en Cáritas no sólo trabajamos para que cada uno tenga lo suyo, también para que tenga lo nuestro».
«La caridad verifica la verdad de la fe», añadió, «y la fe ilumina y da consistencia a la caridad. Fe sin caridad no da fruto, igual que caridad sin fe sería una duda», indicó citando al Papa. «Es mentira la fe que no nace del amor, como mentira es la caridad que no se alimenta de la fe», explicó.
En la parte final de la explicación, indicó que «la fe es la que da criterios de pensamiento y acción en el ejercicio de la caridad. Nos ayuda a descubrir que lo que nos salva es el amor».
El delegado de la institución a nivel nacional afirmó: «Decimos: salva la ropa, salva la comida, salva un espacio de acogida… Y yo digo: salva o humilla». Para diferenciar ambos extremos apuntó que «hay que ver a la persona que tenemos enfrente no como un estómago vacío o como una piel que pasa frío, sino como un hombre que sufre, que ama… Debemos ver en el otro la imagen de Dios. Tiene una dignidad que debe desarrollarse en todas sus dimensiones, incluyendo la religiosa». Durante el turno de preguntas aclaró que «hay servicios que generan dependencia, que no generan libertad ni dignidad. Nuestra caridad no puede servir de tapadera de la injusticia ni facilitar que las cosas se queden como están. Nuestra Caridad debe ser transformadora».
«Tenemos que tener claro», advirtió, «que el sujeto de la caridad no es uno mismo, es la comunidad. Tenemos una tarea, pero se ejerce dentro de la comunidad».
Altaba cerró su intervención con la siguiente reflexión: «La respuesta más importante que tiene que dar Cäritas es dónde está Dios. Y tenemos que decir que está del lado de los más pobres».
