El empobrecimiento y la injusticia aumentan con los recortes de los derechos sociales

(23/05/2013)La política de recortes sociales emprendida en España deja de lado las necesidades sociales y a las personas para responder únicamente a los intereses financieros y económicos. Vincular los derechos fundamentales de la persona a la capacidad económica de cada individuo, promueve una sociedad cada vez más empobrecida y aumenta las desigualdades sociales. Esta es la principal denuncia realizada por Cáritas Diocesana de Canarias durante la presentación de la memoria del año 2012, en donde registraron un total de 27.831 acompañamientos, un 5% más que el pasado año.

 

El obispo de la diócesis, Francisco Cases; José Domínguez, delegado episcopal; Pedro Herránz, director; y Fátima Díaz, secretaria general de Cáritas Diocesana de Canarias, presentaron hoy en la sede de los Servicios Generales de Cáritas, la memoria del año 2012 de la institución, que confirman el deterioro de las condiciones de vida en la provincia de Las Palmas en particular y en Canarias en general.

“El horrible dragón de las finanzas inhumanas, se está tragando a las personas y a la misma democracia, invalidando los derechos sociales alcanzados”, afirmó el delegado, que añadió que “este energumeno es el que manda, marca los límites, señala recortes y define a quienes hay que rescatar y favorecer, así como quienes no existen”.

En este sentido apuntó que la intención de Cáritas es “salvar a las personas especialmente vulnerables, no al sistema”.

Pedro  Herránz destacó que no es intención de Cáritas obtener más recursos de las administraciones, sino que sean las propias administraciones las que asuman sus obligaciones en políticas sociales, de empleo y sanitarias. “la defensa de los derechos fundamentales corresponde a las instituciones y poderes del Estado, no a las ONG ni a los movimientos sociales ni a las asociaciones o plataformas ciudadanas”.

“En la mayoría de las situaciones, las instituciones simplemente se desentienden porque su caso no está contemplado o porque se han agotado las ayudas previstas para cada supuesto o simplemente se les dice que carecen de esos derechos por no trabajar, por ser inmigrante o por cuestiones discriminatorias que comienzan a aparecer en nuestras leyes contradiciendo, en muchas ocasiones, los acuerdos internacionales sobre Derechos Humanos o el Pacto Internacional por los Derechos Sociales y Culturales”, aseveró Herránz.

Cifras regionales

El perfil de la persona usuaria de las dos Cáritas de la Comunidad Autónoma Canaria es el de una mujer, con familia a su cargo, con un nivel bajo de estudios, desempleada y con una edad comprendida  entre los 30 y 45 años.

El trabajo realizado ha llegado a 46.447 personas, fundamentalmente mediante el trabajo con las familias, teniendo en cuenta que en la mayoría de los casos es sólo un miembro de la misma quien solicita la atención.

Herránz quiso destacar el trabajo del voluntariado, “que organiza, atiende y acompaña en parroquias y arciprestazgos”, espacios territoriales en los que se basa la acción de Cáritas, así como de las personas voluntarias que desarrollan su acción desde programa y proyectos específicos.

Cáritas Canarias

A nivel diocesano, la cifra de atenciones se ha incrementado en un 5%. Durante 2012 se atendieron entre programas y parroquias a un total de 12.121 personas, si bien el 65% de ellas viven en familia, siendo la media de cada familia de tres miembros, lo que significa que se ha acompañado a un total de 27.831 personas, de ellas, 5.134 son menores de edad.

2.814 personas viven solas, de las que 1.317 están en situación de “sin hogar”, y el 86% del total de personas atendidas no tiene garantizado el derecho a la vivienda.

El 60% de las personas que solicitan algún tipo de ayuda son mujeres; el 54% se sitúan entre los 30 y los 49 años, y la mayoría es de nacionalidad española.

Lo que más se demanda es ayuda económica básica y urgente para vivienda, alimentación, medicinas, comedores escolares, etcétera, si bien la escucha y la orientación, así como el empleo, siguen siendo parámetros importantes en este apartado.

Según explicó Fátima Díaz, “se detecta un claro deterioro de las condiciones de vida y una creciente desigualdad social”.

“Nos resulta llamativo”, dijo la secretaria general, “el 4% de personas que tienen trabajo y acuden a Cáritas ante la imposibilidad de sobrevivir dignamente”, lo que se interpreta como ejemplo del deterioro de las condiciones laborales.

También resaltó que, de todas las personas atendidas, sólo el 5% recibe algún tipo de prestación mientras que el 47% no tiene ningún tipo de ingreso.

Para la secretaria general de Cáritas Diocesana de Canarias, «es significativo que el 66,3% de las personas atendidas sólo cuentan con estudios primarios o inferiores, lo que prueba que la dificultad de acceso a derechos como el de la Educación afecta a largo plazo al acceso a otros derechos y al bienestar de la persona».

Por último, resaltó la situación de alarma que genera que «el 32% de las personas migrantes atendidas no tengan acceso a derechos básicos y universales  como la atención sanitaria, porcentaje que puede crecer rápidamente por la situación de vulnerabilidad de este colectivo».

De los 1.205 personas que desarrollan el voluntariado en Cáritas Diocesana de Canarias, 822 están repartidas por el territorio en parroquias; 363, en proyectos y programas; y 20 personas colaboran de forma desinteresada en los Servicios Generales.

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