Gonzalo Marrero: “Crece la demanda en Cáritas Diocesana de Canarias. Las familias no pueden vivir con 1.000 euros”

  • El director de Cáritas Diocesana de Canarias admite las dificultades de la institución para dar respuesta al aumento de la demanda con los mismos recursos.
  • “El rostro de la pobreza es de mujer, pero aumenta la figura del trabajador pobre y el perfil de personas que viven en la calle”, afirma Marrero.

Gonzalo Marrero, director de Cáritas Diocesana de Canarias, analiza la coyuntura económica y social que está viviendo Canarias como consecuencia de la crisis sanitaria del coronavirus y la inflación derivada de la invasión de Rusia a Ucrania. Estas circunstancias globales no solo están elevando la petición de ayuda de personas vulnerables o en riesgo de exclusión social a instituciones como Cáritas Diocesana de Canarias, sino que también están minando sus recursos por el aumento de los costes de los alimentos y los suministros.      

Entre 2019 y 2021 hemos pasado de 24.000 personas atendidas a las 53.000 que estamos atendiendo actualmente. El incremento ha sido muy importante, por lo que nos vemos en dificultades al tener que atender a un crecimiento considerable de la demanda con los mismos recursos”, manifiesta Gonzalo Marrero, quien admite que solo con la solidaridad de la sociedad canaria, el apoyo del voluntariado y el esfuerzo del personal de Cáritas se puede continuar la labor de la organización en favor de las familias que peor lo están pasando actualmente.

“Estamos teniendo dificultades, pero si lo hacemos es porque podemos a pesar de esas dificultades”, sentenció Marrero. “Y lo hacemos gracias a un porcentaje de voluntariado muy importante, unos 1.000 voluntarios y voluntarias, que hacen una labor fundamental; además del esfuerzo de nuestro personal, que se multiplica para atender a las personas más vulnerables. Lo que nos falta es más recursos, puesto que los productos y costes de suministros han aumentado un 30% por la inflación”, dice el director de Cáritas Diocesana de Canarias apelando al compromiso de las instituciones y la solidaridad contrastada del pueblo canario.

El perfil de las personas atendidas por Cáritas Diocesana de Canarias es poliédrico según la casuística y se ha ampliado en los últimos años. Y aunque afloran los casos de ‘trabajadores pobres’ debido al aumento de los costes de la vida, sin embargo la pobreza sigue teniendo cara de mujer. 

“En estos momentos hay dos perfiles de personas atendidas por Cáritas Diocesana de Canarias, aunque uno es el dominante: el de mujer, sin trabajo, sin estudios o estudios básicos, dos hijos a su cargo y sin ayudas. Este es el perfil que ahora mismo define más de las personas atendidas por Cáritas Diocesana de Canarias. Y hay un nuevo perfil que está aumentando que es el del trabajador

pobre. Personas que están trabajando y no pueden cubrir los gastos mensuales. Y pongo un ejemplo para romper la demagogia: 1.000 euros no son suficientes para vivir para una familia de cuatro personas que paga 400 o más euros de alquiler, los 1.000 euros se convierten cada mes en 600 euros y con esto tienen que pagar, el agua, la luz, los alimentos, la vestimenta, los estudios de los hijos, la conexión a Internet…”, asevera Gonzalo Marrero.

También admite el director de la Cáritas provincial que crece el número de personas en situación de sin hogar en las tres capitales de Las Palmas. “Hay un perfil que está aumentando en Las Palmas de Gran Canaria, Arrecife y Puerto del Rosario: el de las personas que viven en la calle. Muchas personas, por ejemplo, se sorprenden cuando hacen una caminata por el barranco del Guiniguada y descubren la cantidad de personas que viven en las cuevas del barranco. A nosotros no nos sorprende esa situación porque vienen a Cáritas a pedir ayuda, a comer, a ducharse, a limpiar la ropa y otros servicios básicos”.

Además de la inflación por el conflicto bélico o las consecuencias de la covid, Gonzalo Marrero enumera otras causas que argumentan la cronificación de la pobreza en Canarias.

“En Canarias no se quiere aceptar una realidad, que es que la clase media y los trabajadores son los que han pagado la crisis. Desde 2008 a 2019 los salarios de los trabajadores al respecto de los precios han disminuido un 24% y los ingresos de los ricos en Canarias en el mismo período han crecido un 8,7%. Con lo cual, si alguien pregunta quién pagó la crisis, la han pagado las clases medias y las clases trabajadoras, a las que no se les ayudó y sí a las clases adineradas. Concretamente a los bancos con 60.000 millones de euros, de los cuales gran parte se sacaron de la hucha de la Seguridad Social poniendo en peligro las pensiones de los ciudadanos que habían cotizado históricamente hasta que se jubilaron”, finaliza el director de Cáritas Diocesana de Canarias.

Puede colaborar con Cáritas Diocesana de Canarias con una transferencia o ingreso en la cuenta ES39 0081 7721 2100 0100 7801, hacer un Bizum al número 38068 o como voluntario, socio o donante en la web www.caritas-canarias.org

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