La dignidad del trabajo, prioridad el 1 de mayo

La iniciativa ‘Iglesia por un Trabajo Decente’ denuncia la precariedad e inestabilidad laboral con motivo del Día Internacional del Trabajo

Cáritas. 12.04.22. Con motivo del próximo 1 de mayo, Día Internacional del Trabajo, las organizaciones promotoras de la iniciativa ‘Iglesia por un Trabajo Decente’ (ITD) de la que forma parte Cáritas Diocesana de Canarias, han difundido un manifiesto en el que se denuncia que “la precariedad e inestabilidad laboral hacen que muchas personas, a pesar de tener un trabajo, no logren salir de la pobreza”.

El manifiesto, con el lema ‘Sin compromiso no hay trabajo decente’, alerta sobre cómo la pandemia y las previsibles consecuencias económicas de la guerra en Ucrania “están debilitando el derecho al trabajo y empobreciendo y descartando a millones de trabajadores, principalmente mujeres, jóvenes y migrantes”.

La iniciativa de la ‘Iglesia por un Trabajo Decente’ subraya que “la crisis visibilizó la necesidad de un cambio en el sistema productivo, que fuese capaz de crear empleos que aporten valor y con condiciones laborales dignas, pero la generación de empleo no está avanzando en este sentido y, de nuevo, asistimos a un sistema que prioriza el beneficio económico y ‘descarta’ a las personas, principalmente mujeres, jóvenes y migrantes”.

Por ello, en este Primero de Mayo, añade el manifiesto de ITD, se pretende defender la dignidad del trabajo y el trabajo decente como una prioridad humana y, por ello, una prioridad cristiana y un compromiso de toda la Iglesia. El trabajo decente es además uno de los compromisos asumidos por las Naciones Unidas y los países que la forman en la Agenda 2030, que fue aprobada en 2015.

ITD plantea además algunas medidas urgentes para reconducir la situación en su manifiesto, como la igualdad salarial, políticas sociales y de género; la creación de empleo juvenil de calidad, la promoción de un entorno de trabajo seguro, que las trabajadoras de hogar tengan acceso a los mismos derechos que el resto de trabajadores y trabajadoras; la regularización urgente de las personas migrantes en situación irregular y el acceso a medidas de protección social para aquellas personas que no puedan acceder a un empleo.

“Animamos a que en este 1º de Mayo nos unamos, como comunidad cristiana, en el compromiso por la defensa del trabajo decente, participando en los actos reivindicativos y celebrativos que se realicen en las diócesis; apoyando su visualización y difusión; contribuyendo así a que nuestro mensaje pueda llegar con fuerza en la esperanza de que el trabajo decente pueda ser una realidad para todas las personas”, concluye el manifiesto de la ‘Iglesia por el trabajo Decente (ITD)’.

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