Testimonio: «El Camino no es imposible»

Testimonio escrito por M.A.R., persona atendida por el Área de Vivienda de Cáritas Diocesana de Canarias

Cáritas es un paso de transición en el camino cuando la vida te da un revés… Yo caí en espiral en una pesadilla siguiendo el mismo círculo… Sólo la sonrisa de sus trabajadores te anima a luchar para lograr un trabajo, un techo donde cobijarte, ducharte y preparar tu comida. Sea mucho o poco, lo has ganado con el sudor de tu esfuerzo y trabajo; sembrando esperanza y recogiendo futuro, acompañado por sus trabajadores… Pero el esfuerzo que quiera realizar hoy solo depende de mí.

 

Cuando llegué, llegué mal. No tenía norte, pedí ayuda a los servicios públicos de nuestra capital y sólo conseguí enfadarme conmigo mismo. En ese momento comienza mi camino como Hijo de Jesucristo; a él le pedí que me quitara de los ojos la venda que tenía, pues dormía en la playa y ninguna empresa quiere un trabajador sin techo, inestable… Hacía tres años que no trabajaba. Me pedían tener un título de Prevención de Riesgos Laborables para poder trabajar como peón de la construcción, pues imagínense  que difícil para un hombre de 56 años, quedándose en la playa, yendo a desayunar temprano a Cáritas y hacer el curso… Duró cinco días de agonía pero la satisfacción de conseguirlo fue muy placentera. Hoy es un recuerdo. Nada más. Pero me ayuda… Con la esperanza de tener un trabajo lucho todos los días con la ayuda de Cáritas, desde la limpiadora, sus trabajadoras sociales y en especial la que me asignaron para que me acompañara (no digo nombre). Solo doy las gracias porque me atendieron como ser humano, como persona. Cómo me sentiré cuando llegue a logar un trabajo, un paso difícil para lo que estamos fuera de esta sociedad.

A día de hoy, cada mañana le doy gracias al Señor por tener una entidad que ayuda a todo aquel que quiere venir y gracias por la Caridad que se demuestra todos los días. Las personas son lo primero, que te den buenos días con una sonrisa, que te animen a seguir luchando para que el paso sea lo más corto posible… El Camino no es imposible.

Hoy estoy en la casa del Centro de Baja Exigencia y pienso que es el trampolín para seguir adelante. Hoy me cuesta menos desde que empecé esta andadura en una playa, donde mis pasos eran más profundos pues llevaba una mochila demasiado cargada para mí solo. Cuanto más profundas eran mis huellas, más cerca estoy de tu Caridad Cristiana, Señor…

Desde lo más profundo de mi ser, doy las gracias a mi Señor Jesucristo… quien esté libre de pecado que tire la primera piedra. El Señor vertió su sangre por todos nosotros los pecadores. No vino por los ricos, sino por los pobres. A todo aquel que se le acercaba le mostraba una sonrisa. ¿Qué quiere de mí la Caridad Cristiana? Amor a tu señor. Ama a tu prójimo como a ti mismo. No conozco color o raza. Solo Cáritas Diocesana de Canarias.

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