Testimonio. Mujeres en situación de sin hogar. Luisa: «Pido que nunca se desprecie a las personas que están en la calle»

Luisa. 48 años.

Mi vida ha sido muy dura. Tenía 26 años cuando llegué a Barcelona desde mi país. Quería trabajar para lograr un futuro para mis hijos.

He pasado mucho miedo en la calle. Y frío. Me he sentido invisible ante la sociedad. He vivido debajo de un árbol casi un mes. Para comer, iba a Gánigo o cogía comida de los contenedores del supermercado.

Las parejas que he tenido en estos 22 años han sido maltratadores y manipuladores, porque al final acababa yo trabajando para ellos. Físicamente me siento estropeada, pienso que no puedo salir adelante y que muchos hombres me han utilizado. Mis hijos siempre estuvieron ahí, hasta que se hicieron mayores. Creo que mi hija se marchó de casa por no ver el trato que me daba mi última pareja.

Pienso que haber vivido en la calle y ejercido la prostitución me marcará para toda mi vida. El no saber leer y escribir ha hecho más difícil mi situación. Aunque llevo bebiendo más tiempo, no fue hasta hace 13 años que asimilé que tenía un problema con el alcohol.

He recibido agresiones de otros hombres que viven en la calle porque ellos estaban bebidos, querían mantener relaciones sexuales. También por ser extranjera me insultaban, me despreciaban…

Pido que nunca se desprecie a las personas que están en la calle porque desconocemos su situación. Esto que me ha pasado a mí puede pasarle a otras personas: de estar “arriba” a estar “abajo”.

Pero hay esperanza… hay entidades que te ayudan.

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