El 7 de octubre se celebra el Día Internacional por el Trabajo Decente, un día en el que se reivindica un trabajo digno para todas y todos. Este día fue promovido por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en su 87ª reunión celebrada en Ginebra en 1999. La OIT reconoce que el trabajo es fuente de dignidad humana, de estabilidad familiar, de seguridad laboral, de fomento de la integración, de paz en la comunidad, de la realización de aspiraciones personales de la vida cotidiana y de solidaridad con otros.
Vivimos en una época en la que las condiciones del trabajo se precarizan cada día más. Tener un empleo no es una garantía para poder tener un nivel de vida digno. Los derechos laborales son vulnerados día a día. Ante esta realidad, las entidades de la Iglesia aprovechan la celebración de este Día por el Trabajo Decente para sensibilizar sobre esta realidad que nos afecta a todas las personas.
Durante la semana pasada, la Diócesis de Canarias ha celebrado diferentes organizadas por la iniciativa “Iglesia por el Trabajo Decente”, de la que forma parte activa Cáritas Diocesana de Canarias.
El jueves 4 de octubre se celebró una mesa redonda en la Biblioteca Pública del Estado bajo el título “El futuro del trabajo: la precariedad”. Durante las exposiciones se dieron a conocer las principales causas y consecuencias de la precarización del empleo y la necesidad de luchar por unas condiciones laborales dignas que permitan, no solo el mantenimiento de unas condiciones de vida esenciales para las familias, sino que además promuevan la realización personal de los trabajadores.
El 6 de octubre, se celebró un gesto público en Vecindario, cuya puesta en escena consistió en una pasarela de la precariedad con el objetivo de visibilizar las mínimas condiciones laborales que se dan en algunos sectores de trabajo tradicionales en las islas. La jornada del sábado tuvo como colofón una Eucarística de la comunidad parroquial San Rafael.
Última actualización: 1 de diciembre de 2020