Por D. José Domínguez Pérez, Delegado Episcopal de Cáritas Diocesana de Canarias.
Jesús se levantó, se quitó el manto, tomó una toalla y empezó a lavar los pies de sus discípulos. Este gesto profético que anuncia la entrega definitiva de Jesús, es regalado a sus discípulos invitándoles a que hagan lo mismo.
Tres momentos:
1) Levantarse de situaciones cómodas para ir al otro.
2) Quitarse el manto del estatus, del poder, del prestigio, del señor.
3) Agacharse hasta los pies, lo más bajo del ser humano, sus pies con sus historias, que han caminado por vericuetos complicados, por caminos equivocados, sangrando heridas que aún no han sido curadas, que esperan ser sanadas.
Con esta imagen describe el Evangelista Juan la institución de la Eucaristía.
Así, de rodillas, lavando, curando, refrescando, besando, hermanando, sirviendo… Porque esto es mi cuerpo, esta es mi sangre.
IGLESIA samaritana, hospital de campaña en la interminable guerra de egoísmos, violencias, odios, competición de bombas nucleares, químicas, biológicas, madre de todas las destrucciones, manipulaciones, esclavitudes… ¡¡¡CORPUS CHRISTI!!! Procesión hacia la otra persona, hacia otro mundo posible, siendo TOALLA.
Última actualización: 1 de diciembre de 2020