Con motivo del Día Internacional por la Eliminación de la Discriminación Racial, desde el Área Internacional de Cáritas Diocesana de Canarias queremos hacer un llamamiento a revisar nuestras actitudes y comportamientos personales y colectivos, que generan prácticas discriminatorias hacia personas de diferente origen étnico y racial.
La persistencia de prejuicios, estereotipos y actitudes excluyentes y sesgadas, son con frecuencia fruto de la ignorancia o el desconocimiento.
Muchas decisiones políticas no contribuyen positivamente a que esos síntomas sociales de discriminación se transformen, siendo propagadoras de racismo y xenofobia, observando un debilitamiento y dispersión de actuaciones, apoyos, programas y proyectos que podrían movilizar los recursos y servicios necesarios para avanzar en la integración y la cohesión social.
Desde los marcos legales se dificulta cada vez más que personas, familias y trabajadores puedan ejercer plenamente sus derechos y convivir en condiciones equitativas y dignas, se amplifican de forma irresponsable mensajes que no hacen sino generar alarma social.
En nuestras calles y barrios continúan las actuaciones policiales selectivas con marcado sesgo racial, que tienen lugar, incluso, a las puertas de servicios sociales. Incluso el derecho de asilo en nuestras fronteras parece estar sujeto a restricciones en función de la procedencia geográfica, sin tomar en consideración ni tratados ni convenciones internacionales.
Desde Cáritas apostamos por impulsar en el ámbito de las comunidades parroquiales y diocesanas una revisión y renovación de nuestras actitudes personales e institucionales. Hay mucho sufrimiento en juego como para dejar espacio a reacciones y actitudes excluyentes.
Debemos asumir un compromiso serio y proactivo para tejer entre todos, a través de la acogida y el encuentro con el otro la indispensable convivencia intercultural, para avanzar en la tarea de construir juntos una sociedad fraterna y solidaria.
