¡No dejemos a nadie atrás! Exigimos soluciones basadas en derechos.

*Manifiesto de la Plataforma Pobreza Cero Gran Canaria, al que Cáritas Diocesana de Canarias se suma desde la Coordinadora de ONGs de Desarrollo de Canarias.


La pobreza es cada vez más extrema, intensa y crónica, por lo que es urgente cambiar este sistema que genera riqueza para el 1% y un empobrecimiento generalizado para el resto de la población, dentro y fuera del Estado español. Un sistema que fomenta la guerra para el control geoestratégico de los recursos, la destrucción de la naturaleza y las desigualdades sociales.

Sabemos cuáles son los problemas y conocemos muchas de las causas estructurales que generan desigualdades; pero también sabemos que existen soluciones reales y factibles.

Existen compromisos internacionales, como los recién acordados Objetivos de Desarrollo Sostenible, los protocolos de Derechos Humanos, la Carta de las Naciones Unidas, las Convenciones de la OIT o el Acuerdo de París sobre Cambio Climático, que necesitan ser cumplidos para garantizar un cambio de rumbo y el cumplimiento de los derechos de todas y todos, o continuar por la misma senda del aumento de las desigualdades, de la pobreza y del autoritarismo.

Ante una situación donde la acumulación de riqueza en pocas manos genera pobreza en muchas personas y países; hay más fondos de origen español en paraísos fiscales; se negocia a nuestras espaldas tratados que van hipotecar el bienestar nuestro, el de futuras generaciones y el del planeta (TTIP, CETA, TISA); existen repetidas crisis, incluida una de valores, en las que las fuerzas políticas demuestran constantemente su irresponsabilidad y su falta de voluntad por cambiar las cosas, en particular con la política de (no) acogida de las personas migrantes y que buscan refugio/asilo; aumentan sin parar las desigualdades, las personas empobrecidas, la tasa de paro; se incumplen sistemáticamente los compromisos de protección social y derechos básicos (sanidad, educación, dependencia, etc.)

Como ciudadanía, nuestras propuestas se basan en derechos, en respuestas políticas basadas en la justicia social y la ambiental, y exigimos:

1.- Los Derechos Humanos deben ser plenamente garantizados por las políticas públicas, haciendo frente de manera especial a tres cuestiones: pobreza, desigualdad e insostenibilidad.

– Cuando hablamos de pobreza entendemos que hablamos de un problema multidimensional y que con ello englobamos varias pobrezas: población que vive bajo el umbral de la pobreza, población con privación material severa y población con baja intensidad de trabajo por hogar, aunque a veces simplifiquemos y hablemos de manifestaciones concretas como pobreza infantil, pobreza energética, pobreza laboral, etc.

– Cuando hablamos de desigualdad nos referimos, por una parte, a las desigualdades económicas y a la necesidad de un cambio en el paradigma del modelo de crecimiento, producción, consumo y redistribución y, por otro, la desigualdad entre los géneros en cuanto al acceso a la educación, al trabajo y a la propiedad.

– Cuando hablamos de insostenibilidad ponemos el foco en el Cambio Climático que dificulta el cumplimiento de la agenda de desarrollo porque invierte las tendencias positivas, crea nuevas incertidumbres y aumenta los costos de la resiliencia. Es por ello imprescindible proponer y practicar modelos energéticos sostenibles, garantizar la soberanía alimentaria y oponerse a las agresiones al medio ambiente.

– En este apartado de los derechos humanos merecen una especial atención las personas que, por las guerras, el hambre y el cambio climático entre otros, tienen que migrar de sus países de origen en búsqueda de un horizonte digno para sus vidas. La migración es un derecho que debe ser tutelado por los estados y reivindicado por la sociedad civil. Los compromisos de los estados miembro de la UE para acoger refugiados deben ser cumplidos sin dilación.

2.- La lucha contra estos problemas es una cuestión de justicia global en cuanto que exigimos el cumplimiento de todos los derechos humanos para todas las personas en todo el mundo. Es también una cuestión de dignidad humana porque aspira a un mundo más equitativo e inclusivo. Además, es una cuestión de solidaridad intergeneracional en cuanto que no debe comprometer el desarrollo de las generaciones futuras.

3.- La visión debe ser global, garantizando tanto dentro de nuestras fronteras como fuera de ellas el acceso al estado del bienestar y los servicios públicos.

4.- Tenemos que reclamar coherencia de políticas. La Cooperación para el Desarrollo es una política social pública, previsible, transparente y que debe quedar al margen de las luchas partidistas, al igual que el resto de políticas públicas como la educación, la sanidad, la atención a la dependencia, etc.

5.- El papel de la sociedad civil es fundamental, por lo tanto, es estratégico garantizar su participación activa en la gestión de lo público, hay que abrir las instituciones a la gente y contar con sus opiniones.

6.- La Educación para la Ciudadanía Global es la principal herramienta con la que contamos para la consolidación de una ciudadanía responsable y comprometida con las cuestiones que afectan a la Tierra y a la Humanidad.

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