La mujer, en pleno siglo XXI, sigue siendo víctima de la violencia en su entorno más próximo

La violencia contra la mujer ha sido y sigue siendo un delito invisible, oculto en demasiadas ocasiones por una aparente felicidad conyugal. De puertas para afuera impera la felicidad, de puertas hacia dentro, todo es una horrible pesadilla.

Aunque son cada vez más las mujeres que se atreven a poner nombre y apellidos a la violencia, el número de mujeres que callan es muy superior al de las que se atreven a hablar. Es por eso que cada 25 de noviembre tiene lugar el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

El año pasado 52 mujeres murieron víctimas de la violencia contra ellas. Este año 2013 se han producido en el Estado español 43 asesinatos por violencia contra las mujeres, dos de ellos en Canarias.

En este marco, las iniciativas de Mujer en el territorio y el Centro Lugo de Cáritas Diocesana de Canarias, tiene como  finalidad prioritaria  por un lado; acoger, atender e intervenir con mujeres y, por otro lado, acompañar a las voluntarias que trabajan con grupos de mujeres en las distintas parroquias.

Según la situación y la realidad que vive la mujer distinguimos varios grupos:

  • Mujeres con diversas problemáticas de pobreza.
  • Mujeres en riesgo de exclusión social por el ejercicio de la prostitución y/o trata con fines de explotación sexual.
  • Mujeres en situación de vulnerabilidad, principalmente por el fenómeno de la migración.
  • Mujeres que se encuentra en inactividad laboral y situación de desempleo.
  • Mujeres mayores de 65 años.

La intervención se dirige a la cobertura de necesidades básicas, propiciar entornos de vida dignos y evitar situaciones de vulnerabilidad y pobreza. Por tanto, se habla de fortalecer la salud de las mujeres en situaciones de especial vulnerabilidad, a todos los niveles durante todo su ciclo vital.

Los datos sociales y los propios del proyecto apuntan un aumento considerable de mujeres en situación de riesgo de exclusión y/o prostitución que requieren de un proceso continuo desde distintos ámbitos de intervención, tanto desde el equipo técnico del centro como desde la coordinación directa con otros agentes y recursos de la red social comunitaria.

Son mujeres que viven inmersas en distintos fenómenos mundiales: prostitución, inmigración y pobreza femenina, los cuales interactúan de forma simultánea en los distintos grupos.

Este colectivo de mujeres, con el que se trabaja desde las parroquias o desde el Centro Lugo, son mujeres desprotegidas que no disponen de alternativas, que les posibiliten una autonomía personal.

Para este fin se desarrollan acciones propias y en coordinación con otros recursos que facilitan:

  1. Favorecer la salud de la mujer, especialmente de aquellas que se encuentran en situación de mayor vulnerabilidad.
  2. La promoción a nivel de competencias personales y formativas.
  3. El favorecer la conciliación de la vida familiar y personal.
  4. Intervención individual y grupal de carácter socioeducativo que fomente la participación de las mujeres a través de actividades formativas y de la participación de las mujeres en actividades culturales y de tiempo libre.

Todo esto no tiene razón de ser si no denunciamos la situación de las mujeres que sufren algún tipo de violencia y, por tanto, invitamos a todos/as a participar en los actos que están programados para el hoy lunes,  25 de noviembre, en tu barrio, pueblo o ciudad.

Les invitamos a ver un vídeo donde a través de las voces de jóvenes de distintas nacionalidades, nos muestran la realidad de la violencia contra la mujer en todo el mundo.

 

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