Cáritas Diocesana de Tenerife celebró el pasado domingo, 7 de abril, una misa de acción de gracias por su 60º aniversario y por el trabajo siempre a favor de la población más vulnerable y, en especial, de las personas más necesitadas de la Diócesis, “los últimos y no atendidos”.
La celebración, presidida por el obispo de Tenerife, monseñor Bernardo Álvarez, acogió en la Iglesia de La Concepción de La Laguna (sede catedralicia) a numerosos socios, voluntarios y colaboradores de Cáritas, en una eucaristía que quiso ser un reconocimiento a cuantos han participado y participan en el servicio a los más desfavorecidos.
Breve recorrido histórico
Con motivo de esta conmemoración, Cáritas Tenerife ha hecho un breve balance del trabajo de la institución en la provincia de Santa Cruz de Tenerife, desde su fundación, en 1952, siendo obispo monseñor Domingo Pérez Cáceres.
Luis Reyes Pérez sería su primer delegado episcopal y Fernando Beautell el primer director. Los primeros años de Cáritas fueron de consolidación institucional y organizativa. Esta etapa inicial está marcada por la Ayuda Social Americana.
En la década de los sesenta se realizan proyectos de promoción humana y cultural en las islas menores, en algunos pueblos del sur de Tenerife y en los barrios periféricos de Santa cruz y La Laguna. Se afronta la Promoción Social Obrera, creándose dos centros, uno en La Cuesta y otro en Taco. Importante fue la creación de cooperativas, así como la Constructora Benéfica Pío XII para la construcción de viviendas sociales, junto con la constitución de la Escuela de Asistentes Sociales y de tres institutos filiales de Bachiller (Taco, Salud y García Escámez).
En los años setenta fue el momento de tomar pulso a las Cáritas Interparroquiales. En Santa Cruz se pone en marcha el Centro “Guajara” para transeúntes y en La Laguna se crea el Hogar del Pensionista “Padre Anchieta” (ayuda a domicilio, acogimiento familiar, talleres…).
En la década de los ochenta destacan varias acciones significativas, como la Comisión Diocesana de Lucha contra el Paro, un centro de día para transeúntes y colectivos sin techo, las colonias de verano para niños y niñas de diferentes zonas, el Programa de Familia y la Fundación CESICA–Proyecto Hombre Canarias para rehabilitación de toxicómanos). Además, se apoya la creación de la Fundación “Hogar Santa Rita”, del Puerto de La Cruz, para acogida de ancianos, y se potencia el Programa de Cooperación Internacional.
En los años noventa y primera década siglo XXI siguen siendo prioritarios la animación y formación de los agentes de pastoral y el compromiso con los más desfavorecidos. En esta etapa se abren proyectos para personas sin hogar (Tamarco, Casa de Acogida María Blanca), enfermos de VIH-Sida (Proyecto Lázaro), inmigrantes (Proyectos Contamíname, Casa Acogida Ben y Casa Acogida San Antonio de Padua), e infancia y adolescencia (Centro de día Althay, Chaxiraxi). Ociupan, asimismo, un lugar prioritario en las estrategias de Cáritas Tenerife los proyectos para mayores, alcohol, empleo para personas en exclusión, mujeres víctima de violencia de género y de cooperación internacional.
