La pandemia aceleró la pobreza digital, dificultando el contacto con la administración pública y las
organizaciones.
Esta transformación digital también agrandó la pobreza escolar y se ha registrado un aumento la
exclusión de numerosos hogares canarios.
Esto se traduce en que el 30,4% de los hogares canarios sufren la brecha digital, alcanzando hasta el
46,7% a familias en situación de exclusión severa.
Y aunque la digitalización de los procesos amplía las oportunidades, también genera más
desigualdades.
Cáritas Diocesana de Canarias constata que el 45% de las familias atendidas con hijos no tiene
dispositivos, el 30% de las personas atendidas ha perdido oportunidades formativas, solo el 67% de
las personas atendidas tiene acceso a Internet.
La pobreza por la digitalización se da por tres causas: dificultades para la conexión, el coste de
dispositivos y la falta de habilidades.
Cáritas Diocesana de Canarias detecta dos perfiles de la exclusión digital, con la edad y los estudios
como principales patrones:
- Hogares sustentados por una cabeza de familia sin estudios o estudios incompletos.
- Hogares sustentados por alguien con 65 años o más sin habilidades tecnológicas o reducidas.
¿Qué hace Cáritas Diocesana de Canarias para salvar la brecha digital? Acompañar, facilitar y formar
a las personas más vulnerables para evitar la pobreza digital.
Última actualización: 9 de noviembre de 2023