Muy querida Cayi, sé lo mucho que estás sufriendo con toda la movida Delegación del Gobierno, Cruz Roja, etcétera ¡Cuentas con todo mi apoyo como amigo y como Delegado Episcopal de Cáritas Diocesana!
¡Tu implicación y compromiso social ha sido y sigue siendo muy digno!
¡Eres por la gracia de Dios una mujer muy digna y que hace honor a nuestra Cáritas Diocesana!
Permanece tenaz y valiente en la defensa de las personas empobrecidas sean del color que sean y vengan de donde vengan. Tú pones la cara por todo el colectivo de voluntarios y trabajadores de esta «organización no gubernamental», es toda nuestra Iglesia Diocesana la que representas aunque sea tu rostro el que recibe las bofetadas. Seguro que tu corazón está lleno de la paz y la dicha de quienes padecen por ser justos.
Todo puede hacerse peor o mejor, pero merece la pena arriesgarse con el compromiso que sea más favorable a los indefensos. Valoro la iniciativa de presentarte acompañada de las personas que en nombre de Cáritas, Iglesia Diocesana, defiendes y acompañas para que quiénes ostentan las competencias políticas y administrativas asuman sin demoras sus responsabilidades.
Insisto en que te sientas acompañada por nosotros, que ciertamente somos indignos de poner rostro al Divino Maestro que nos precede en este camino con los excluidos.
Permanecemos como Iglesia dispuestos a dialogar en positivo y colaborar con quiénes son el Gobierno de nuestra Comunidad Autónoma u ocupan la Delegación del Gobierno del Estado Español del que somos ciudadanos en pleno derecho y participación a todos los niveles.
Nuestro Compromiso es estable y lo vivimos día a día con propios y extraños, siguiendo nuestro modelo de acción social.
Sabemos que a veces nos equivocamos y a veces acertamos, pero nunca deseamos que sea en perjuicio de las personas, sobre todo las más pobres. Dispuestos a rectificar, pero nunca a claudicar y siempre a progresar adecuadamente.
Tu ánimo nos anima a todos.
Última actualización: 11 de mayo de 2021