Artículo realizado por D. José Domínguez Pérez, Delegado Episcopal de Cáritas Diocesana de Canarias.
RETOS DE NUESTRA IGLESIA:
1.- LA SOLEDAD.
Cada vez más, nos encontramos con personas mayores y jóvenes que viven una profunda soledad interior: deprimidas, incomunicadas, con muchas capacidades, sabiduría, experiencias y posibilidades bloqueadas y sin desarrollar, para su propio bien y para que sirvan a los demás.
*Iluminación desde el Evangelio y la Enseñanza de la Iglesia: Juan 4,1ss. La Samaritana. «Señor, dame de esa agua…”
– ¿Te ves reflejado/a en estas situaciones? ¿Conoces a alguien que esté viviendo este vacío?
– ¿Qué respuesta puedo dar a mi situación personal?
– ¿Qué puedo hacer por quienes están pasando por lo mismo que yo?
– ¿Qué sugiero a mi grupo, a mi Parroquia, para acompañar a las personas que lo sufren a salir de esa soledad interior?
2.- LA FAMILIA.
El matrimonio y la familia es la célula fundamental de la sociedad, cuna de la vida y del amor en la que la persona nace y crece. A pesar de la crisis que hoy sufre, sigue siendo el espacio más querido o el más añorado. Es la familia la que mejor soporta los conflictos y la red que nos da seguridad y apoyo. La civilización y la cohesión de los pueblos depende sobre todo de la calidad humana de sus familias.»El futuro de la humanidad pasa a través de la familia” (Juan Pablo II en la -Familiaris consortio-)
* Iluminación desde el Evangelio y la Enseñanza de la Iglesia: Juan 2, 1ss: La boda de Caná. «No les queda vino». “Hagan lo que Él les diga”. ”Manifestó su gloria, y creyeron en él sus discípulos”.
* Exhortación Apostólica de San Juan Pablo II –Christi fideles laici-, nº 40: ”El matrimonio y la familia constituyen el primer campo para el compromiso social de los fieles laicos. Es un compromiso que solo puede llevarse a cabo adecuadamente teniendo la convicción del valor único e insustituible de la familia para el desarrollo de la sociedad y de la misma Iglesia (…) Urge, por tanto, una labor amplia, profunda y sistemática, sostenida no solo por la cultura, sino también por medios económicos e instrumentos legislativos y dirigida a asegurar a la familia su papel primario de humanización de la persona y de la sociedad.
– ¿Qué valoración hago de mi propia familia en positivo y en negativo?
– ¿Cómo veo a las familias que conozco? Sus valores y sus deficiencias.
– ¿Qué pasos puedo dar para fortalecer mis vínculos familiares, sus valores, y qué está en mis manos para ir superando las deficiencias?
3.- LA JUVENTUD:
Constituye una fuerza excepcional y son un gran desafío para el futuro de la Iglesia. Son la esperanza de la Iglesia. Son sujetos activos, protagonistas de la evangelización y artífices de la renovación social. La sensibilidad de la juventud percibe los valores de la justicia, de la no violencia y de la paz. Su corazón está abierto a la fraternidad, a la amistad y a la solidaridad. Se movilizan por las causas que afectan a la calidad de vida y a la conservación de la naturaleza.
No obstante, la coyuntura social y política, económica y cultural les hace sentir el futuro con incertidumbre y preocupación. El alto porcentaje de paro juvenil bloquea todas sus capacidades.
– Si eres joven, ¿cómo vives esta situación? ¿Qué plan de vida tienes? ¿Qué pedirías a la sociedad y a la Iglesia?
– ¿Qué propuestas optimistas, pero realistas, podemos ofrecer a la juventud desde las experiencias vividas en tiempos pasados y peores?
4.- POBREZA, MARGINACIÓN Y EXCLUSIÓN.
Convivimos con situaciones muy dolorosas de pobreza, desigualdades, derechos humanos no atendidos, sin hogar, sin trabajo, sin acceso a los bienes básicos de alimentación, a la atención sanitaria, a una educación adecuada.
* Iluminación desde el Evangelio y la enseñanza de la Iglesia: Hechos 2,42-46: ”Vivían unidos y tenían todo en común”.
Toda la Iglesia como tal, está directamente llamada al servicio de la caridad.
«La caridad con el prójimo, en las formas antiguas y siempre nuevas de las obras de misericordia corporales y espirituales, representa el contenido más inmediato, común y habitual de aquella animación cristiana del orden temporal, que constituye el compromiso específico de los fieles laicos” (Christifideles laici, 41)
– ¿Conoces gente cercana sufriendo estas carencias?
– ¿Qué conoces de las actividades de tu Cáritas parroquial y de los servicios arciprestales y diocesanos?
– ¿Cómo estás comprometido con tus capacidades en las respuestas a las personas más desfavorecidas? ¿Ves posibilidades de implicarte un poco más?
5.- SOCIEDAD, CULTURA, MEDIOS DE COMUNICACIÓN, UNIVERSIDAD
Nuestra mente y nuestros sentimientos se desenvuelven en un contexto que tiene mucho que ver con lo que vive la sociedad, con lo que se transmite a través de todos los medios de comunicación, lo que se enseña e investiga en las instituciones educativas. Sus valores o sus manipulaciones tienen un gran impacto para bien o para mal. Las redes sociales, Internet, los grandes rotativos, la televisión o la radio son enormes plataformas por las que transitan toda clase de opiniones y visiones de la vida, modelos de comportamiento y criterios de vida. Nos sirven o nos rompen. No es fácil ser críticos y adecuarlos a la propuesta de nuestro Maestro, el Señor Jesús. Saber elegir cadenas, emisoras, redes sociales, etc. es una apasionante tarea en la que todos tenemos nuestro papel: usuarios, educadores, padres, etc.
– ¿Controlo lo que leo, escucho, reenvío? ¿Cómo selecciono cadenas de televisión, emisoras, redes sociales, Internet, etc? ¿Me intereso por informarme con personas preparadas en estos temas y me dejo ayuda para orientar a mis hijos o a personas de mi influencia?
Última actualización: 11 de mayo de 2021