El pasado sábado 8 de julio, los vecinos y las vecinas del Risco de San Nicolás participaron en un evento comunitario que ha querido promover el sentimiento de identidad y de cohesión social en el barrio. La Fiesta de los Vecinos de Casa, en su primera edición en Gran Canaria, es una iniciativa europea que promociona las relaciones entre vecinos, con el fin de recuperar algo que hasta hace poco tiempo se daba de forma natural. La gente mayor recuerda como en el propio barrio solían reunirse en la calle para cocinar “los chicharros”, jugar a las cartas, cantar y los mismos niños podían jugar sin peligro. Luego, con el aumento de los coches ya se ha perdido el uso de estos espacios públicos, además la cultura del individualismo y del consumismo ha venido reduciendo estos momentos informales que desde siempre habían sido la base del sentimiento comunitario.
La idea de promocionar este evento ha surgido de un grupo de narración que desde febrero se reúne regularmente en la parroquia de San Nicolás para compartir sus experiencias de vida. El grupo es una iniciativa de Cáritas Parroquial que junto a la Parroquia de San Nicolás de Bari es la promotora principal de esta iniciativa. A estos se han sumado en colaborar vecinos y vecinas y los mismos colectivos del barrio: Asociación Cultural y Vecinal Cofiris, Plataforma Amirisco, Barrios Orquestados, Murga Las Crazy Trotas, Club del Centro de mayores, Colectivo Micro Macro, etc.
Todos los vecinos fueron invitados a participar de la organización de pequeños encuentros y actividades lúdicas en las calles peatonales, aceras, plazas, etc. Durante las mismas un grupo de personajes históricos del barrio pasaron a animar las fiestas: Paco “Fano”, Josefa “la Mayuya”, María la de los “pirulines”, Don Manuel Romero el Caña Dulce, etc.
Los niños y las niñas de Barrios Orquestados tocaron por las calles y una batucada improvisada nos acompañó por las distintas fiestas vecinales en una gran fiesta final en la Plaza de San Nicolás donde disfrutamos de retahílas risqueras, un teatro de títeres, las narraciones de los participantes del grupo de narración y una merienda, para poner un broche final a un acto emotivo que ha posibilitado el reencuentro de los vecinos y la recuperación del espacio público para las personas.
