Como cada año, todos los agentes de Cáritas Diocesana de Canarias están invitados a participar en nuestro Retiro Diocesano, un espacio de encuentro con el Señor, un día para la oración y la reflexión a través de los ojos del amor de Dios sobre la tarea que realizamos y todo aquello que debemos cuidar para mejorar y fortalecer nuestra dimensión comunitaria y misionera. Este Retiro se enmarca en la invitación que nos hace el Plan Diocesano de Pastoral a través de la propuesta de una Iglesia en conversión pastoral y salida misionera. “Jesús y su Evangelio nos cambia, nos reúne y nos envía”.
El sábado día 11 de febrero, nos encontraremos todas las personas agentes de Cáritas en el Aula Magna del ISTIC en Tafira.
Compartiremos este retiro personal con el fin de hacer una parada y vernos en un clima de oración, que nos ayude a revisar cómo es la calidad de nuestra presencia en nuestras comunidades de referencia.
Nos acompañará y guiará a lo largo de todo el día, José Ramón Mendiola Vergne, sacerdote de la Comunidad Adsis y de la Parroquia San Antonio de Padua del Polvorín.
HORARIO:
· 10:00h: Acogida.
· 10:30h: Oración de la mañana.
· 11:00h: Espacio de retiro.
· 14:00h: Almuerzo.
· 15:30h: Preparación de la Eucaristía.
· 16:00h: Eucaristía.
· 17:00h: Cierre
INSCRIPCIÓN: A través de la persona coordinadora arciprestal o de la técnica de zona, siendo la fecha límite de inscripción el viernes 3 de febrero de 2017. Pueden hacer llegar las inscripciones a través del correo electrónico adminsecretaria@caritas-canarias.org o llamando al 928-25-17-40 (extensión 222). La comida será en el Centro Pastoral de la Diócesis. Es importante indicar, en el momento de la inscripción, si deseamos quedarnos a comer o no.
¡Animemos a la participación de todas las personas que remamos el mismo barco!
“…La Iglesia en salida es la comunidad de discípulos misioneros… todas las comunidades procuren poner los medios necesarios para avanzar en el camino de una conversión pastoral y misionera, que no puede dejar las cosas como están” (E.G., 25)
“Pues así como cada uno de nosotros tiene un solo cuerpo con muchos miembros, y no todos estos miembros desempeñan la misma función, también nosotros, siendo muchos, formamos un solo cuerpo en Cristo, y cada miembro está unido a todos los demás.” (Romanos 12:4-5)
“No dejaban de reunirse en el templo ni un solo día. De casa en casa partían el pan y compartían la comida con alegría y generosidad, alabando a Dios y disfrutando de la estimación general del pueblo. Y cada día el Señor añadía al grupo los que iban siendo salvos.” (Hechos 2:46-47)
