Durante mucho tiempo, muchas personas comprometidas con la justicia y la igualdad, han entregado sus manos y sus vidas. Han donado su tiempo asumiendo responsabilidad con las situaciones de empobrecimiento en Canarias y en todo el mundo. Desde Cáritas Diocesana, queremos enaltecer y reconocer la labor del voluntariado, como una de las posibilidades más reales de cambiar el rumbo caótico de la historia, por una realidad de justicia desde la fraternidad:
A todas las personas voluntarias, que con su acción cotidiana, construyen un ejemplo de que otro estilo de vivir es posible, de que la gratuidad y la entrega son signos en medio del dolor, de la pobreza y la injusticia; les agradecemos que rompan cotidianamente los telones que nos impiden ver una luz de esperanza en la unidad y el compromiso solidario por la justicia.
En estos momentos de la historia, difíciles para la mayoría de la humanidad, queremos impulsar un movimiento que se fundamente en la ideología de la fraternidad, un movimiento que nazca desde lo sublime de los corazones y que nos permita reconocer en nuestras manos la herramienta de lucha por las oportunidades y derechos para todas las personas.
El “tú y el yo”, recobran significado si lo llenamos del NOSOTROS/AS. No es posible esta gran familia llamada humanidad, si no nos armonizamos como partes de un todo, que se afecta y sufre en la medida que otros/as hermanos/as están siendo afectados y están sufriendo. Hoy queremos alzar nuestra voz para recordar que es necesario que todas las manos, de todos los hombres y mujeres de esta sociedad, se extiendan para luchar juntos/as por un mundo más igualitario y feliz.
Las soluciones a miles de familias empobrecidas en Canarias, las han construido cientos de personas voluntarias, con su donación cotidiana, con su amor y su compromiso.
Reconocemos hoy la esperanza, en los rostros de las personas fraternas.
Reconocemos hoy las transformaciones sociales, en las manos enlazadas para luchar conjuntamente.
Reconocemos hoy la justicia para todos/as, en el empeño cotidiano, con actos permanentes de solidaridad y fraternidad.
Invitamos a toda la sociedad a que se comprometan responsablemente con este momento de la historia que nos toca vivir y que también nos toca transformar.
Un mundo nuevo donde reine la fraternidad y la solidaridad, no sólo ha de ser la utopía cotidiana, sino la inspiración de cada mañana.
Última actualización: 1 de diciembre de 2020