Por Ana Sancho Barrero Equipo de Economía Solidaria.
Las organizaciones que apostamos por un consumo responsable comprendemos el frenesí de estos días. Vivimos rodeados de tentaciones y somos humanos, pero tenemos que saber dónde están los límites.
Estamos en plena temporada de rebajas de verano, una fecha en la que, a pesar de la tendencia a ofrecer descuentos y ofertas todo el año y el triunfo de la compra online, sigue manteniendo una clientela fiel de personas que se lanzan a comprar compulsivamente, en parte debido a una campaña bien orquestada de las grandes marcas y superficies en los medios. ¿Quién se puede resistir a esos precios y descuentos? .
Las organizaciones que apostamos por un consumo responsable comprendemos el frenesí de estos días. Vivimos rodeados de tentaciones y somos humanos, pero tenemos que saber dónde están los límites. Vaya… parece que queremos chafaros la fiesta. Pero no, solo queremos que dediques unos minutos a informarte sobre el consumo responsable en rebajas, porque realizando prácticas de consumo sostenibles, éticas y justas podemos reducir el impacto negativo de algunas de nuestras compras.
El consumo responsable es una actitud por parte de las personas consumidoras y usuarias que implica hacer un consumo consciente y crítico, que se demuestra, tanto a la hora de comprar un producto o contratar un servicio, como en el hogar, empleando eficientemente los recursos de los que se dispone. El impacto que tiene un hábito de consumo responsable favorece el bienestar social y la conservación del medio ambiente. Por tanto, nuestras compras no necesarias tienen un impacto directo en la vida de otras personas. El consumo responsable busca paliar los efectos del consumismo.
Cuidado con los chollos y las gangas:
Salarios bajos, explotación infantil, desigualdad entre hombres y mujeres, jornadas laborales de más de 12 horas, pocas y malas condiciones de seguridad laboral. Estas son algunas de las características que pueden esconder la deslocalización de la producción que permite reducir los precios de los productos que compramos. Detrás de los productos a precios de “ganga” se reduce la calidad de vida de quienes lo fabrican.
Antes de lanzarte a una compra compulsiva, leer algunos consejos para aprovechar las rebajas manteniendo un consumo responsable:
- Primero, piensa si lo que te quieres comprar lo necesitas realmente, después, haz una lista e intenta ceñirte a ella.
- Menos, es más: Apuesta por menos productos, pero de más calidad y más sostenibles.
- Busca productos de larga duración: No sigas el juego de la “fast fashion” y la obsolescencia programada, la cultura del usar y tirar. Crea un fondo de armario con prendas buenas que sirvan para muchos años.
- Intenta invertir tus recursos económicos en marcas que promueven un estilo de vida responsable.
- Apuesta por la ropa de segunda mano: Afortunadamente está de moda y es una manera de cambiar de imagen sin dejarte un dineral y además estás contribuyendo a la cultura de las 3 “R”: recicla, reutiliza, reduce.
- En la medida de lo posible evita la compra online: ¡Si, lo sabemos… es tan cómodo! Pero piensa que el transporte, el almacenamiento y todo el plástico utilizado para el embalaje y empaquetado son fuentes de contaminación que se disparan en rebajas. Además, un porcentaje muy alto de estas compras se devuelven, lo cual duplica los efectos negativos.
- Intenta comprar en pequeñas tiendas del barrio. Son el alma de las ciudades y contribuyen a dar vida a nuestras calles y a fortalecer los lazos comunitarios.
Ya sabes: Compra de forma consciente: En un entorno donde los recursos son limitados, un consumo más respetuoso con el medio ambiente y los derechos humanos como manera de proteger la biodiversidad y luchar contra el cambio climático es vital. Las generaciones futuras te lo agradecerán.
Última actualización: 25 de julio de 2024
