Por D. José Domínguez Pérez, Delegado Episcopal de Cáritas Diocesana de Canarias
“Cuenta si puedes las estrellas, dijo Dios a Abrahán…” (Génesis 15,5)
En este tiempo las estrellas de tantos gestos solidarios iluminan el Planeta Azul de vida, más abundante que la muerte. “Ha sobreabundado la Gracia…” (San Pablo a los Romanos 5,20)… “porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones… (Rm 5,4) “¿Quién nos separará del amor de Cristo?… ni la muerte, ni la vida… ni otra criatura alguna podrá separarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús Señor nuestro.” (Rm 8,35.38).
Por eso desde Cáritas queremos:
– Agradecer, agradecer y agradecer a toda la gente comprometida, que se desviven por atender, acompañar, compartir… De una manera especial a los compañeros sacerdotes, que viven intensamente su ministerio de presidir la Eucaristía, la Liturgia de las Horas… conscientes del dinamismo del Espíritu sanando, fortaleciendo, perseverando en el compromiso por los más pobres, asumiendo con toda la Comunidad la Misión encargada por el Señor.
– Ofrecer nuestro tiempo, nuestras capacidades, todos nuestros bienes. Cáritas es cada cristiano, cada grupo, cada zona, cada Vicaría… Cáritas es la Iglesia samaritana, al servicio de todos y especialmente de quienes menos saben, menos pueden, menos tienen… Codo con codo entrelazados con todas las fuerzas de nuestra Sociedad comprometida en estos mismos objetivos.
– Encender una vela en la Cena del Señor, sobre todo con quienes se han quedado a dos velas…
– Recordar que la Fe se manifiesta en las obras: “…la fe, si no tiene obras, está realmente muerta”. (Epístola de Santiago, 2, 17).
– Vivir la Cena del Señor ahora, es hacernos contemporáneos del Señor dándonos un pan, que es Él mismo… una Copa que es su permanente Alianza.
– Y ponernos a los pies de nuestros hermanos, como el Maestro.
